POR NEGRO FRÍAS, NAGUA, 16/08-17.-
Las autoridades civiles, militares y educativas del pueblo de
Nagua, celebraron por todo lo alto el 254 aniversario de la Gesta Restauradora
de la Republica Dominicana, donde además se realizó un Tedeum o misa en la
iglesia La Altagracia.
Los representantes del gobierno central en esta provincia
encabezado por el gobernador Nápoles Jiminian Almonte, empezaron los actos con
el izamiento de la bandera tricolor, acompañado de las gloriosas notas del
Himno Nacional patrio.
Luego del izamiento de la bandera las autoridades hicieron un
recorrido o desfile por la calle 27 de Febrero de esta ciudad hasta llegar al
parque central donde depositaron un arreglo floral e hicieron un pequeño acto
alusivo a la fecha de la guerra de la Restauración de la Republica Dominicana.
Las palabras alusivas a la guerra de la restauración las realizo
el licenciado Alfredo Concepción, director regional de educación quien dijo que
La Guerra de la Restauración fue una
guerra llevada a cabo en Santo Domingo desde 1863 hasta 1865 entre los
dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había
invitado de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de
Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los
habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.
Dijo además que el 16 de
agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio
Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de
Capotillo, provincia Dajabón e izaron el pabellón dominicano. Esta acción,
conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
De su lado el gobernador provincial Ing. Nápoles Almonte
Jiminian, agrego que todas las ciudades unas tras otra en el Cibao se unieron a
la rebelión, y el 13 de septiembre,con un ejército de 6,000 dominicanos se
atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago.
Dijo además que los rebeldes establecieron un nuevo gobierno
al día siguiente, con José Antonio ¨Pepillo¨ Salcedo como presidente, e
inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas
españolas, como traidor.
Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue
rechazada. El conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada
de las fuerzas españolas del país.
Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo
el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra
de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República
Dominicana.
La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y
puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la política
local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos
caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este
sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX.
La política dominicana se mantuvo inestable durante los
próximos años. Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser
reemplazado por José María Cabral.
Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez en
diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866.
Sus negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible
venta de la tierra alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan
impopulares que Báez fue capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.
En las relaciones dentro de la isla, la guerra marcó un nuevo
nivel de cooperación entre Haití y la República Dominicana.
Hasta entonces, Haití había considerado la isla de La
Española como “indivisible” y había intentado, sin éxito, conquistar la
mitad oriental varias veces en el pasado.
La guerra obligó a Haití a darse cuenta de que este objetivo
era esencialmente inalcanzable, y fue sustituido por años de disputas
fronterizas entre los dos países.
Luego de estas palabras las autoridades provinciales,
depositaron un arreglo floral frente a la estatua de Duarte e inmediatamente se
dirigieron al Santuario La Altagracia, donde el padre Benito Ferreira oficio
una misa en honor a los héroes de la restauración.
El padre Ferreira, leyó el editorial que realizara la iglesia
católica en su periódico el Camino, con motivo del 154 aniversario de la guerra
de la restauración, que llama a los políticos y al pueblo dominicano a emular
los actos de Luperón y otros grandes dominicanos que ofrendaron sus vidas para
salvarnos.