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miércoles, 16 de agosto de 2017

POR NEGRO FRÍAS, NAGUA, 16/08-17.-

Las autoridades civiles, militares y educativas del pueblo de Nagua, celebraron por todo lo alto el 254 aniversario de la Gesta Restauradora de la Republica Dominicana, donde además se realizó un Tedeum o misa en la iglesia La Altagracia.

Los representantes del gobierno central en esta provincia encabezado por el gobernador Nápoles Jiminian Almonte, empezaron los actos con el izamiento de la bandera tricolor, acompañado de las gloriosas notas del Himno Nacional patrio.

Luego del izamiento de la bandera las autoridades hicieron un recorrido o desfile por la calle 27 de Febrero de esta ciudad hasta llegar al parque central donde depositaron un arreglo floral e hicieron un pequeño acto alusivo a la fecha de la guerra de la Restauración de la Republica Dominicana.

Las palabras alusivas a la guerra de la restauración las realizo el licenciado Alfredo Concepción, director regional de educación quien dijo que La Guerra de la Restauración fue una guerra llevada a cabo en Santo Domingo desde 1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.

Dijo además que el 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo, provincia Dajabón e izaron el pabellón dominicano. Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.

De su lado el gobernador provincial Ing. Nápoles Almonte Jiminian, agrego que todas las ciudades unas tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre,con un ejército de 6,000 dominicanos se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago.

Dijo además que los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio ¨Pepillo¨ Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor.

Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue rechazada. El conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país.

Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República Dominicana.

La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX.

La política dominicana se mantuvo inestable durante los próximos años. Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser reemplazado por José María Cabral.
Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez en diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866.

Sus negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible venta de la tierra alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan impopulares que Báez fue capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.

En las relaciones dentro de la isla, la guerra marcó un nuevo nivel de cooperación entre Haití y la República Dominicana.

Hasta entonces, Haití había considerado la isla de La Española como “indivisible” y había intentado, sin éxito, conquistar la mitad oriental varias veces en el pasado.

La guerra obligó a Haití a darse cuenta de que este objetivo era esencialmente inalcanzable, y fue sustituido por años de disputas fronterizas entre los dos países.

Luego de estas palabras las autoridades provinciales, depositaron un arreglo floral frente a la estatua de Duarte e inmediatamente se dirigieron al Santuario La Altagracia, donde el padre Benito Ferreira oficio una misa en honor a los héroes de la restauración.


El padre Ferreira, leyó el editorial que realizara la iglesia católica en su periódico el Camino, con motivo del 154 aniversario de la guerra de la restauración, que llama a los políticos y al pueblo dominicano a emular los actos de Luperón y otros grandes dominicanos que ofrendaron sus vidas para salvarnos.